Al principio, todo parecía caótico. Familias y amigos tuvieron que separarse, se detuvieron las clases, la oficina se trasladó a la casa, los locales cerraron, comenzaron a darse estas “compras de pánico” que acabaron con el abastecimiento de los supermercados más grandes y de las farmacias más equipadas, y todo en pos de conservar esa salud que parecía peligrar todo el tiempo, para cada uno.
Muchos negocios se vinieron abajo, sentíamos que la economía estaba pendiendo de un hilo tan frágil como nuestra salud. De repente, todos los habitantes de la casa se vieron forzados a compartir enteramente su espacio y tiempo unos con otros, a puerta cerrada sin posibilidad de cambio. Pero dentro de eso, comenzaron a surgir posibilidades. Plataformas como Zoom, Skype, Whatsapp, TikTok y todas las redes sociales empezaron a funcionar como puntos de reunión, convivencia y escape, pero sobre todo de creatividad para inventar un mundo nuevo que sí era posible en medio de tanta incertidumbre.
Las familias se redescubrieron y encontraron la manera de entenderse y conocerse como no lo habían hecho antes. Las personas, como individuos, comenzaron a sacar provecho de la situación para explorar nuevas posibilidades y encontrarse a sí mismos. Lo imperativo de acoplarse a vivir su vida cotidiana en el mismo lugar se hizo llevadero y hasta productivo. Leer más, tomar cursos, explotar la creatividad y repartir el amor incluso a distancia comenzó a ser la nueva norma.
Enfrentamos la falta de espacio, pero la superamos abriéndonos brechas digitales. La vida comenzó a florecer de nuevo, de maneras diferentes. Y ahora estamos aquí: con la conciencia de que todo cambio sirve para algo, y que dentro de algo “malo”, también podemos encontrar resultados positivos que nunca imaginamos. A final de cuentas, todos somos parte de la realidad que inventamos a diario y está en nuestras manos hacer lo mejor posible para sobreponernos a los obstáculos y encontrar la manera de dar luz a este mundo del que formamos parte.
¿Tú cómo has llevado esta cuarentena?