La escuela y la familia…un solo equipo
Por: Psic. Berenice Estrop Atristain
Nadie nace sabiendo ser padre/madre o sabiendo ser hijo(a), sino que se aprende en el camino de la educación, el cual se recorre paso a paso. Educar pareciera ser una de las responsabilidades más complejas, pues implica formar al niño(a) de hoy, en el hombre o mujer del mañana, para que sea una persona con valores, segura(o) de sí misma (o), empático(a), respetuosa(o), responsable, etc. Pero para lograr esto y educar a los hijos, primero hay que educarse como padre, al igual que ser ejemplo para ellos, pues la congruencia en la formación es crucial para el desarrollo y aprendizaje del niño(a).
La función de educar no solo corresponde a la escuela, sino que es un trabajo en equipo entre los padres y la escuela trabajando en beneficio del niño (a), buscando un desarrollo integral y positivo. Para lograr esto, es importante tener presente, que el proceso de crecimiento y aprendizaje se da a partir de la interacción con los otros, ya sean sus compañeros y/ o su familia (Martí y Durán, 2004).
El aprendizaje no es solo una cuestión cognitiva, de memoria o razonamiento; sino que también interfiere el área emocional y la autoestima del niño(a); es decir, el estado emocional y la apreciación de su hijo(a) sobre sí mismo(a) favorecerá el aprendizaje, dependiendo de qué tan positiva sea esta. Cabe destacar que la mirada de los padres es de vital importancia para sus hijos(as) con respecto a la autoestima e individualidad.
Es fundamental que la familia amplíe el marco educativo hacia otros ámbitos y áreas de conocimiento, como el social y artístico. El padre y/o la madre tienen la función de adecuar el entorno para que el niño(a) tenga las interacciones beneficiosas para el desarrollo completo; cuanto más pronto estimule las capacidades en desarrollo de su hijo(a), será mejor para él o ella.
Algunos padres de familia consideran que los estudios son únicamente responsabilidad de los profesores y de los propios hijos, por lo que esperan grandes resultados sin haber colaborado con los profesores y los hijos para lograr sus metas; sin embargo, la estimulación en casa, así como la colaboración en esta triada (padres-hijos-escuela) son de vital importancia para ver los avances de acuerdo con su desarrollo.
Hoy más que nunca, la familia juega un papel fundamental en la educación de sus hijos e hijas. Debido a las circunstancias actuales, la dinámica familiar y los roles dentro de la familia se han modificado, pues, aunque el trabajo y el estrés se ha incrementado, también se ha tenido la oportunidad de que tanto sus hijos(as) como ustedes los padres convivan de diferente forma, asumiendo así una relación y comunicación distinta, que también ha generado un mayor acercamiento con las maestras y profesores. ¡Sigamos aprovechando estas oportunidades!