Démosle unas cuantas vueltas de reversa al reloj e imagina cómo era todo hace seis mil años. Por ahí del cuarto mileno a.C. surgieron los primeros textos, plasmados con base en un sistema de escritura que varias personas podían interpretar. A los seres humanos siempre nos gustó contar historias y que éstas trascendieran en el tiempo… ¡y ahora podían asegurar que se transmitieran sin necesidad de una persona que lo contara en ese momento!
Luego, en 1440, en Alemania, un tal Gutenberg revolucionó la capacidad de adquirir y transmitir historias y conocimientos como nadie lo había hecho, elevando las posibilidades de todo ser humano de manera exponencial: inventó la imprenta. Copias y copias de un mismo libro podían producirse al mismo tiempo, en un periodo mucho más corto y sin tanto esfuerzo. Imagina la posibilidad de que varias personas al mismo tiempo estuviesen aprendiendo la misma cosa por sí solos, con la ayuda de tinta impregnada en papel… Debió haber sido casi como magia, ¿no?
Los libros funcionan como portales y ventanas a nuevos mundos y perspectivas, a conocimientos que te cambiarán la manera de verlo todo o que te llevarán a imaginarte en cuantas realidades alternas como tú quieras. Y a diferencia de las series, películas o videos, los libros tienen una ventaja que ningún otro medio tiene: van a tu ritmo. Tal vez sonará obvio, pero sólo tú tienes el poder total sobre ellos y la velocidad con que los devorarás. ¿List@? ¡Que empiece la nutrición cerebral!
1.- Diario de Adán y Eva. Mujeres, hombres… somos seres distintos, pero también uno solo: humanos. Mark Twain nos comparte, en este pequeño, inteligente y ágil librito escrito a finales del siglo XIX, su perspectiva de los géneros femenino y masculino, la complementariedad entre ambos y la magia de cada uno.
2.- Un mundo feliz. ¿Cómo sería un mundo en el que todos, absolutamente todos estuvieran contentos con lo que son, la situación en la que están y las posibilidades que tienen? ¿Si tu lugar ya estuviera predestinado desde antes de que nacieras? ¿Si… no tuvieras libertad ni conciencia para elegir absolutamente nada? Esta distopía de Aldous Huxley es una de las mejores y definitivamente más cercanas a nuestra realidad actual.
3.- Ética para Amador. Hubo una vez un papá cool llamado Fernando Savater (el autor de este libro) que le quería enseñar a su hijo un poco sobre todo. Pero no con pesados libros ni horas de estudio, sino empezando por él mismo y sus propias concepciones. A esta vida se viene a cuestionarlo todo y construir tu propia verdad con base en lo que crees, en lo que te llena el alma. ¿Estás listo para cuestionarte todo y descubrir tu núcleo?
4.- El mundo de Sofía. ¿Te has preguntado por qué no consideras posible que el agua de tu vaso se convierta de pronto en fuego? ¿O qué estamos haciendo aquí? La realidad es como es porque siempre ha sido así… ¿o no? Bueno… en este libro te toparás con enigmas de este tipo, que te volarán la cabeza, te darán contenido para pláticas profundas y te harán agarrarle aunque sea un poquito de amor a la Filosofía. El autor es Jostein Gaarner.
5.- La lección de August (Wonder). ¡Alto ahí! Si ya viste la película y te gustó, ése es el primer punto por el cual debes leer este libro. Es súper ágil, divertido y rápido de leer, además de que viene narrado desde la perspectiva de varios de los personajes más importantes. Lo mejor de este libro: nos enseña que las diferencias son parte de la diversidad y que, al honrarlas, creamos magia en nuestro mundo. Su autor es R. J. Palacio.
6.- Los juegos del hambre. La sociedad es una pirámide en la que la mayoría trabaja duro y tiene una vida difícil para que sólo unos cuántos vivan en la cumbre, sin preocuparse de algo más que banalidades como la moda o su nuevo corte de cabello. La gente de la arriba mira a los de abajo como parte de su entretenimiento y se creen caritativos por “darles la oportunidad” a algunos de subir, poniéndolos a competir entre ellos a muerte. La gente de abajo cree que así debe de ser. Pero… ¿y si nada es como debería de ser? Busca el primer libro de la trilogía de Suzanne Collins y deja salir tu espíritu rebelde.
7.- Momo. Cuando Michael Ende escribió este libro, lo hizo con una sutileza tal, que logró mantener un perfecto equilibrio entre lo maravilloso de los sueños y lo desesperanzador de una realidad adulta sin posibilidades, tiempo o conciencia. ¿Podría una niñita salvar a todo el mundo de los malvados hombres que buscan comerse el color de todos? Ya te tocará averiguarlo…
Ahora que ya tienes una buena lista para empezar, ¡dale de comer a tu cerebro!