La evolución de nuestros pequeños de kínder
En medio de todos los cambios, lo más importante era sacar adelante. Como institución, como maestros y como padres, no podíamos permitir que el desarrollo y aprendizaje de los más pequeños se estancara, ni podíamos desperdiciar los años en los que más abunda la curiosidad y en que los niños funcionan como esponjas, absorbiendo todo el conocimiento del mundo que les ofrezcamos. Maestros, padres y directivos trabajamos en conjunto para que aún en la adversidad y con todas las dificultades, pudiéramos hacer de este momento histórico algo fructífero.
Sin esperarlo, nos encontramos de pronto en medio de un mundo cambiante con el que no podíamos hacer otra cosa sino adaptarnos. Nuestros docentes se adentraron en el terreno de las plataformas digitales para hacer valer el conocimiento y las habilidades que debían transmitir a sus pequeños alumnos. De igual manera, los padres se dieron a la tarea de compartir, ayudar e impulsar a sus hijos de la mejor manera posible para que, juntos, alcanzáramos el objetivo previsto para este ciclo escolar. Y lo logramos.
Durante este tiempo, nos enorgullece el equipo que logramos formar entre todos: institución, padres y maestros, y que, aún en la incertidumbre de la actual situación, nuestros pequeños llegaron a la cumbre de sus propios desafíos. Los pequeños de kínder lograron entender que tenían deberes a pesar de la cuarentena, que estar en casa no significaba que tendrían vacaciones o que estarían del todo aislados del mundo, y aprendieron a trabajar en conjunto con sus padres. Obtuvieron las habilidades de aprender a contar, identificar colores, relacionar conceptos y sonidos de palabras exitosamente, así en inglés como en español, todo esto, sin perder el entusiasmo ni la curiosidad por aprender más de nuestro mundo y del conocimiento que los formará para ser, en un futuro no tan lejano, jóvenes exitosos con hambre de continuar su educación y mejorar al mundo.
Agradecemos a todos el equipo que logramos formar y, nuevamente, reiteramos el orgullo que sentimos por ello, y también por nuestros niños de kínder, que lograron concretar los conocimientos perfilados para este ciclo.