Un regalo esperanzador
En la Escuela Mexicana del Valle no sólo brindamos formación académica a nuestros alumnos, sino también impulsamos la conciencia medioambiental de forma divertida.
Durante uno de los recesos, Santi, alumno de pre-first, nos preguntó algo que nos resultó muy curioso. Algunas de sus dudas eran acerca de si el árbol de nuestro patio tenía nombre o si alguien se encargaba de cuidarlo.
Después de ese día, varios niños se hicieron el propósito de regarlo con frecuencia. Las palabras de Santi nos inspiraron para crear un hábito a favor de nuestro amigo verde.
Lo que para ellos fue una idea, para nosotros se convirtió en un proyecto, donde además de designar un nombre para nuestro árbol, también los hicimos más responsables en cuanto a la importancia de la naturaleza.
Posteriormente, el día viernes 20 de mayo se realizó una ceremonia para festejar este logro. En ella se expusieron los momentos en los que este pirul nos ha ayudado en diversos proyectos, por ejemplo, actividades de reciclado y manualidades sustentables.
Por otro lado, los directivos seleccionaron entre varias sugerencias, tres posibles nombres para el árbol:
Esperanza
Panchito
Hojitas
Finalmente, se eligió “Esperanza” como motivo de unión y anhelo.
Algunos de los estudiantes redactaron sus deseos o expectativas para el futuro, mostrándose además afortunados al tener un compañero que da y recibe el cariño de las personas que conforman nuestra comunidad.